COMPONENTES

ELISA DEL AMO JEREZ
SILVIA ENGRA ROSELL
MARIA DOLORES TÉBAR DOCÓN

jueves, 18 de octubre de 2012

Bibliografía 5


MIGUEL ANGEL CARPIO MORENO

Mussol J, Espinosa MC, Quera D, Serra ME, Pous E, Villarroya I, et al. Resultados de la aplicación en atención primaria de un protocolo de valoración geriátrica integral en ancianos de riesgo. Rev Esp Geriatr Gerontol 2002; 37(5): 249-253

Baztán Cortés JJ, Hornillos Calvo M, Rodríguez Valcarce AM. Valoración geriátrica en atención primaria [en línea] 2000 [fecha de acceso 18 de octubre de 2012]; 26(2): 77-89. URL disponible en: http://www.elsevier.es/es/revistas/semergen-medicina-general--familia-40/valoracion-geriatrica-atencion-primaria-10295-tema-central-2000

VALORACIÓN GERIÁTRICA INTEGRAL

He elegido este artículo realizado en el año 1998 y publicado por la Revista Española de Geriatría y Gerontología en 2002 porque a mi juicio trata de una manera muy amplia y concreta el tema de la evaluación geriátrica a nivel multidisciplinar y por tanto es un instrumento de trabajo a tener en cuenta ya que aporta muy diversa información acerca de estado de salud de los ancianos de ese centro de salud en concreto.

Tal  artículo refleja un ejemplo de la aplicación de un protocolo de valoración geriátrica integral, por ello, lo primero sería describir en qué consiste la valoración geriátrica integral:
La valoración geriátrica multidimensional o integral es un proceso diagnóstico, a menudo interdisciplinario, dirigido a identificar las capacidades y problemas médicos, psicosociales y funcionales que tiene un anciano frágil, con el objetivo de desarrollar un plan completo de tratamiento y seguimiento a largo plazo.
Sus diferencias respecto a la evaluación médica habitual serían las siguientes:
  • 1.       Su aplicación dirigida a ancianos frágiles, habitualmente con problemas complejos.
  • 2.       Su énfasis sobre el estado funcional y la calidad de vida.
  • 3.       La necesidad frecuente de un equipo interdisciplinario y del uso de escalas de valoración cuantitativas.

El proceso de la valoración geriátrica puede ser visto como un continuo desde la valoración simple realizada por el médico de atención primaria o trabajadores sociales comunitarios, dirigida a identificar al anciano con problemas funcionales y discapacidades (cribado de valoración) hasta una evaluación de todos estos problemas por parte de un geriatra o de un equipo multidisciplinario (valoración geriátrica exhaustiva), a menudo acompañada de un plan de tratamiento.

Explicado el concepto fundamental para entender el estudio, paso a explicar en qué consistió éste, qué métodos se usaron, hacia qué población, con qué fin, etc.

 Se realizó un estudio transversal descriptivo que comprendió los meses de mayo y junio de 1998 en un centro de salud de Barcelona. El objetivo del estudio fue analizar los resultados de la aplicación en atención primaria de un protocolo de valoración geriátrica integral en ancianos de riesgo, con 65 o más años (población diana). Se realizó a un total de 126 personas, de las 817 que acudieron de manera espontánea durante el período del estudio, que cumplían los criterios de inclusión. Y esos criterios eran los siguientes:
  • ·         Todos los sujetos de 80 o más años
  • ·         Grupo de personas entre 65 y 79 años y que presentaran una o más de las condiciones siguientes

o   Toma de tres o más fármacos al día
o   Consumo de psicofármacos
o   Comorbilidad generadora de dependencia funcional
o   Caídas durante el último año
o   Alta hospitalaria en los 6 meses previos
o   Personas que viven solas o que ha enviudado en el último año

En el protocolo se utilizaron instrumentos que permitieron la realización de la valoración funcional (el índice de Katz para la valoración de las actividades de la vida diaria básicas (AVDB) 8,9 y la escala de Lawton y Brodie para las actividades de la vida diaria instrumentadas (AVDI), del equilibrio (posición unipodal, tándem y semitándem), afectiva (Geriatric Depression Scale reducido), mental (Short Portable Mental Status Questionnaire de Pfeiffer) y nutricional (Mini Nutritional Assessment reducido).

Los resultados obtenidos fueron los siguientes:
  • ·         El 15,4% (n = 126; 75 mujeres y 51 varones) cumplían criterios de anciano frágil.
  • ·         El 88,9% tenían entre 65-79 años. El 76,2% presentaban más de 2 motivos de inclusión.
      Tras la aplicación de la valoración geriátrica integral destacan los siguientes hallazgos:
  • ·         El 7,9% eran dependientes para alguna de las actividades de la vida diaria instrumentales y el 16,7% lo eran para alguna de las actividades de la vida diaria básicas.
  • ·         El 32,6% presentaban alteración de la marcha y el 30,2% del equilibrio.
  • ·         Se detectaron un total de 176 síndromes geriátricos, aproximadamente 1,4 por persona. El más frecuente para el total de la muestra fue la inestabilidad (36,5%), seguido de los trastornos afectivos y depresivos (22,2%). Casi un 16% del total presentaron incontinencia urinaria.
  • Con todo ello se concluyó que la aplicación de un protocolo de valoración geriátrica integral en atención primaria permite introducir el concepto de valoración geriátrica sistemática en ese ámbito y detectar problemas no conocidos en ancianos de riesgos.