-Cambios posturales frecuentes, para evitar úlceras por presión; y control postural, tanto en decúbito como en sedestación, evitando la rotación externa, aproximación y flexión de cadera, que son posturas antiálgicas frecuentes en estos casos.
-Aprendizaje del uso de ayudas técnicas para la marcha, empezando por el andador y finalizando con el uso de un bastón, muleta; o si es posible, no necesitando ayudas técnicas.
-Rehabilitación
-Prevención de posibles complicaciones.
-Ejercicios de respiración abdomino-diafragmática, para obtener una buena ventilación de las bases pulmonares y eliminación de secreciones bronquiales, evitando la aparición de complicaciones respiratorias.
-Administrar tratamiento prescrito